En Moscú hay museos que conoce cualquier turista extrangero que decidió visitar Moscú. Los museos más populares son la Pinacoteca Tretiakov, el museo Nacional de Historia de la Plaza Roja, la Armería etc. También en la capital de Rusia hay muchos museos interesantes que vale la pena conocer. Visitando estos museos el extrangero puede conocer las particularidades disimuladas y divertidas de la vida de los rusos.
1. La casa central de aviación y de la cosmonáutica.
2. El museo paleontológico.
La historia del museo se remonta al año 1716 cuando Pedro I creó el museo Kuntskámera a donde traían los huesos y los dientes de los mamíferos del período glaciar que le interesaban mucho a Pedro I y otras curiosidades. Ahora el museo se concidera como uno de los mayores museos del mundo de las ciencias naturales y de la historia. Casi en la entrada se encuentra el esqueleto entero del mamut, el segundo en la Tierra ( el primero se encuentra en el museo Zoológico). Es muy popular la sala número cinco con los dinosauros de la era mesozoica.
3. El museo de la historia del hospital de psiquiatría de Alekseev de Moscú (Káschenko).
Es el museo no solo del doctor famoso Káschenko sino de toda la psiquiatría del país. Se puede estudiar la historia de las enfermedades antiguas, ver las fotos de los enfermos, conocer la historia de la psiquiatría, como se transformaban los métodos del tratamiento médico y el trato a los enfermos, de la psiquiatría penal del tiempo soviético. Una parte de la exposición está dedicada a la vida del fundador del hospital, Nikolay Alekseev. Gracias a esta persona en Moscú apareció no solo el hospital de psiquiatría sino también el agua corriente, canalización, las aceras asfaltadas. Por la ironía de la suerte en 1893 Alekseev fue mortalmente herido por uno de los enfermos.
4. El museo de la flota submarina de Rusia.
La submarina B-396 «El Komsomólets de Novosibirsk», donde se ubica el museo fue quitada del uso en 1998 y traída a Moscú en otoño del 2003 para el embalse Jímkinskoye. Aquel mismo invierno pasó una catástrofe, el nivel del agua bajó mucho y el barco entró en un encalladero y se cubrió por el hielo. Ahora todas las desgracias se quedan en el pasado y la submarina en el parque de “Sévernoye Túshino” se convirtió en uno de los museos técnicos más populares de la capital.
5. El museo de arte, usos y costumbres del GULAG.
Uno de los museos más aterrorizantes de Moscú se situa en el esificio de la sociedad rusa “Memorial”. La atmósfera fría de los campos de concentración emana de cada uno de los objetos de la exposición que contiene los ejemplos de la escultura, pintura y gráfica. Entre los pintores cabe mencionar a un representante de la corriente vanguardista, escenógrafo Shuhaev, que hasta en la región de Kolimá ( parte noreste de Rusia) hacía decoraciones de los espectáculos, también al alumno de Daineka, Lev Kropovitskiy, escultor Karpenko que hizo la estatua de Lenin en piedra en el campo de concentración y alumno de Mújina Grigoriev. El personal del museo trata con mucho cariño a los bordados de los presos que también se encuentran en la colección.
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